| El enfrentamiento del sábado frente a los laudiotarras no parecía una empresa sencilla. El campo de Gardea (Llodio) ha sido siempre un campo extremadamente complicado para el equipo donostiarra, dado a que se trata de un terreno lento y pesado y en el que el Kale no conocía la victoria. Así, el Kale dominó los primeros 15 minutos y se adelantó en el marcador mediante una buena jugada trenzada, que Aitor Cubero culminó empujando a puerta vacía. Sin embargo, el partido fué cada vez más disputado, con alternativas para los dos equipos, hasta que en un contraataque el equipo local marcó el empate con el que se llegó al descanso.
En la segunda mitad todo continuó igual; el Kale llevaba el peso del partido y el Ganbegi, fiel a su juego, renunció a la bola, y se encerró cerca de su portería, esperando una contra que le diera una ventaja en el resultado. No obstante, a falta de 15 minutos para el final, un buen servicio de falta de Iker Antolin desde la frontal del área que el pitxitxi del equipo, David Vicente, resolvió rematando por encima de la salida del portero, colocó un definitivo 1-2 en el marcador. De ahí hasta el final, los donostiarras tuvieron que aguantar el resultado, habida cuenta de que un excesivamente riguroso arbitraje de los hermanos Garate hizo que los kalekides tuvieran que jugar en inferioridad numérica una gran parte del segundo tiempo.
El próximo partido del Kale se disputará este sábado en Bera Bera, a las 16:30 horas, ante el séptimo clasificado de la liga, el Atlético San Sebastián B.
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